A fines el pasado mes, Marco Castillo, ex integrante del colectivo cubano Los Carpinteros, abrió su primera muestra en EEUU:The Decorator’s Home (La casa del decorador) en UTA Artist Space de Los Ángeles. Establecida por la poderosa agencia de talentos de la industria del entretenimiento United Talent Agency como parte de su división de bellas artes, la galería de 4000 pies cuadrados, diseñada en gran parte por Ai Weiwei, se inauguró en el julio pasado.

En La casa del decorador, Castillo investiga el Diseño cubano y la Arquitectura de los años 60 y 70, mediante la reinterpretación de figuras claves del período. En entrevista por correo electrónico con Cuban Art News, Castillo revela esta historia olvidada que enlaza con el arte contemporáneo.

Una vista de «Marco Castillo: The Decorator’s Home» en UTA Artist Space. De la izquierda: «Josefina,» 2018; «Eva,» 2018; «Segunda libreta de notas,» 2018; «Galván (Parte I & Parte II),» 2019; «Alamar,» 2019. 
Foto: Jeff McLane, cortesía de UTA Artist Space.

¿Qué aspectos de la historia y cultura cubana están examinando en la expo? ¿Qué te atrajo de estos temas?

El diseño y el interiorismo modernista siempre fueron temas que me interesaron mucho. Me dediqué a investigar y a coleccionar la obra de grandes maestros del diseño internacional como Sergio Rodrigues, Lina Bo Bardi, Arne Jacobsen, etc.

Marco A. Castillo, «María,» 2018.
Cortesía de UTA Artist Space.

Esta pasión me llevó a querer entender que había pasado en Cuba con toda la estética y el buen gusto que caracterizó a nuestra sociedad y que se mantuvo hasta los inicios del proceso revolucionario (años 60 y 70).

Sabía de algunos nombres aislados, sobre todo de arquitectos como Mario Girona, Ricardo Porro, Roberto Gottardi, Vittorio Garatti, etc. que hicieron un maravilloso trabajo durante los años sesenta.

En el 2017 invitamos al estudio al curador Abel González Fernández para que hiciéramos una exposición que trabajara con todo el patrimonio del interiorismo cubano en los inicios del período revolucionario.

Cortesía de Cuba Debate.

De ahí surgió El Museo de las máquinas: arquitectura de espacios cerrados en las décadas del 60 y 70 de la Revolución cubana. [La exposición se presentó en la primavera de 2017 en el estudio de Los Carpinteros.]

Fue una investigación difícil pues no existía una literatura escrita y organizada que sirviera de apoyo para desarrollar el proyecto. A partir de diferentes testimonios y entrevistas realizadas a algunos de los protagonistas de este movimiento del diseño y la arquitectura en Cuba pudimos desentrañar una parte de esa historia no escrita, no contada.

Una vista de «Marco Castillo: The Decorator’s Home» en UTA Artist Space. De la izquierda: «Iván,» 2019; «Prima libreta de notas,» 2018; «María Victoria,» 2019; «Reinaldo,» 2019.
Photo: Jeff McLane, courtesy UTA Artist Space

La Casa del Decorador es una exposición que se inspiró en este utópico movimiento de diseñadores, interioristas y arquitectos formados durante el Movimiento Moderno en los años 50’ que, en los años tempranos de la Revolución liderados por Celia Sánchez e Iván Espín, trabajaron en un proyecto que se podía considerar una revolución estética.

Este grupo se encargaría de proyectar y producir los nuevos espacios que modularían la vida del supuesto hombre nuevo. Muebles y objetos de corte más austero y de sentido más práctico, pero con un diseño de vanguardia que, en ocasiones, recuerdan los muebles escandinavos y los diseños tempranos de Ikea.

Para estas nuevas producciones se usaron maderas locales como la caoba y cedrela combinada con plywood marino soviético; el mármol crema “Bayamo” y elementos del pasado colonial y tradicional cubano como la rejilla y las celosías, tanto de madera como de cerámica y cemento. A finales de los años 70 a este proceso le siguió su abandono sobre todo por la incomprensión de instituciones que estigmatizaron el “gusto burgués”.

Marco A. Castillo, «María Victoria,» 2019.
Foto: Jeff McLane, cortesía de UTA Artist Space.

Muchas de las obras llevan los títulos de individuos. ¿Quiénes son las personas a las que se hace referencia en los títulos? ¿Qué relación tienen con los temas que estás explorando?

Toda la serie está inspirada en esta generación utópica de diseñadores gráficos, diseñadores de interiores y arquitectos cubanos de los primeros 20 años de revolución y que, en su gran mayoría, hoy son prácticamente  desconocidos en Cuba. El título de cada una de las obras son los nombres de las figuras que hemos logrado desempolvar de aquella generación: Gonzalo Córdoba, María Victoria Caignet, Reinaldo Togores, Heriberto Duverger, Rodolfo Fernández Suárez (Fofi), Joaquín Galván, Walter Betancourt, etc.

Por ejemplo, la obra Beltrán (2019) que hace referencia a Félix Beltrán quien es considerado el padre del cartel cubano y uno de los referentes más importantes del diseño latinoamericano, está inspirada en el logotipo que realizó este diseñador para el pabellón de Cuba en la Expo ‘67 en Montreal. A partir del diseño original de Félix realicé esta obra en madera y rejilla que hace referencia a los sistemas modulares muy característicos del diseño de aquellos años.

Una vista de «Marco Castillo: The Decorator’s Home». De la izquierda: «Galván (Parte I & Parte II),» 2019; «Beltrán,» 2019; «Córdoba,» 2019; «Iván,» 2019.
Foto: Jeff McLane, cortesía de UTA Artist Space.

Hay una ficción interesante que subyace en el concepto de The Decorator’s Home.

En esta exposición me comporto como si fuera un diseñador de aquella época para continuar con una tradición que desapareció en Cuba a principio de los 80. La obra Galván, 2019, por ejemplo, es una re-visitación de los vistosos parabanes que Joaquín Galván y Rodolfo Fernández Suárez realizaran para el Salón de Protocolo del Consejo de Estado y donde, aprovechando la trama de la celosía, los convierto en un soporte para una sopa de letras conceptual que recuerda a los lenguajes cifrados utilizados durante la Guerra Fría.

Marco A. Castillo, «Galván (Parte I & Parte II),» 2019.
Foto: Jeff McLane, courtesía de UTA Artist Space.

Las obras se mueven entre el arte, la decoración y las artes aplicadas. Este ha sido un terreno que me ha permitido moverme para hablar sobre las muertes culturales y estéticas como resultado de estigmas, censuras e incomprensiones del sistema que han sucedido cíclicamente no solo en Cuba sino también, posiblemente,  en otros países del mundo.

Marco A. Castillo, «Prima libreta de notas,» 2018.
Foto: Jeff McLane, cortesía de UTA Artist Space.

Decidí mostrar todo mi proceso de trabajo y las herramientas que utilicé para llegar a entender este lenguaje. Los dibujos de la serie Libreta de notas, 2018 son un ejemplo en este sentido. No soy un diseñador y en mi trabajo anterior tampoco utilizaba el lenguaje de la abstracción y por lo tanto necesitaba meterme en la piel de este hombre, de esta suerte de personaje que me dispuse a interpretar.

Detalle de Marco A. Castillo, «Prima libreta de notas,» 2018.
Foto: Jeff McLane, cortesía de UTA Artist Space.

Pues, la exposición parece haber sido concebida como un conjunto unificado, en lugar de una simple colección de piezas.

La selección de obras y la disposición en el espacio respondió a una idea conceptual que nos atraía mucho, la evolución del círculo a la estrella. Piezas que utilizan el círculo, una figura geométrica simple sin ningún contenido político aparente y que cuando comenzaba a jugar con las formas me recordaban al diseño de influencia norteamericana y de corte comercial propio de los 50’.

Luego presenté obras que mostraban ese cambio en el discurso político, mucho más agresivo y extremista a partir de la estrella, sin lugar a dudas una figura más compleja y cortante.

La obra Córdoba, 2019, que lleva el nombre de uno de los diseñadores más importantes de su generación, que estuvo al frente del departamento de diseño de la EMPROVA (Empresa de Producciones Varias) y que concibió la imagen de la oficina de Fidel Castro en el Consejo de Estado, de los Ministerios, de residencias privadas de altos funcionarios del gobierno, entre otros muchos proyectos.

Marco A. Castillo, «Córdoba,» 2019.
Cortesía de UTA Artist Space.

[La obra] es una metamorfosis de un círculo a una estrella de cinco puntas que funciona como una metáfora de esta evolución – involución formal e ideológica. Es una obra que puede leerse en ambos sentidos, como un ciclo, del circulo a la estrella y viceversa.

La muestra incluya una serie de móviles creados a partir de materiales que evocan escalas y balances. ¿Cómo abordan estos trabajos los temas que estás explorando?

El final de la evolución del círculo a la estrella o de la estrella al círculo de vuelta, es la carencia y la persecución de determinados comportamientos económicos. En Cuba existe una economía underground que funciona pero que no es aceptada por el estado. Esa economía no está provista de instrumentos sofisticados de medición como las pesas digitales o de precisión  por lo que algunas personas se han dado a la tarea de diseñarlas y producirlas de forma precaria, artesanal e ilícitamente para luego surtir y ser utilizadas en el “mercado negro”.

Marco A. Castillo, «Gabriel (150.5 lbs.),» 2018; «Gabriel (440 lbs.),» 2018; «Gabriel (190 lbs.),» 2018.
Foto: Jeff McLane, cortesía de UTA Artist Space.

Me di a la tarea de localizar a estos productores y he colaborado con ellos para producir esta serie de instrumentos interdependientes, que son una gran metáfora de las economías sumergidas.

Los móviles siempre encuentran el equilibrio y para sacarlos de ese estado hay que afectarlos aplicando presión, como a veces sucede cuando el estado interviene para tratar de regular este tipo de sistemas.

Vista de Marco A. Castillo, «Gabriel (440 lbs.),» 2018; y «Gabriel (190 lbs.),» 2018.
Foto: Jeff McLane, cortesía de UTA Artist Space.

Hablemos de las obras realizadas en madera y rejilla.

El diseño de este período también rescató diferentes materiales de nuestro pasado indo-cubano y colonial. Estos diseñadores miraron atrás, re-visitaron la historia del mueble cubano y rescataron, por ejemplo, la pajilla utilizándola, a veces, de una manera que recuerda el periodo colonial.

Además diseñadores como Córdoba diseñaban y nombraban algunas de sus trabajos inspirados en elementos indo-cubanos como es el caso de su serie Guamá.

Gonzalo Córdoba, una silla de la serie «Guamá». 
Cortesía de la Fundación Caguayo.

Hacian también una referencia bonita al tropicalismo, todos esos parabanes que dejaban pasar el aire de un lado al otro, la rejilla que no te hacia sudar la espalda, las combinaciones entre el color blanco y la madera caoba que te hacían recordar a frutas tropicales como el coco, de una manera muy sutil y conceptual. Una serie de lineas de lenguaje que se entrelazaban para conformar un solo mueble con raíces que van desde nuestro pasado aborigen pasando por las influencias nórdicas y africanas pero resultando un diseño propiamente cubano.

Además de esculturas y dibujos, la exposición incluye un video de seis minutos, titulado Generación.

El video Generación, 2019, completa el concepto de la muestra a través de una historia melancólica que funciona como una metáfora de las muertes culturales y estéticas que han sucedido cíclicamente en Cuba y, posiblemente, en otros países del mundo. Los personajes de la película son artistas, fotógrafos, escritores, arquitectos, curadores de la escena intelectual cubana de hoy que interpretan la generación de finales de la década del 70´, estableciéndose así una elipsis temporal entre el pasado y el presente de la isla.

La canción “Pólvora Mojada”, que acompaña el video, fue muy popular en los años setenta por una de las voces más importantes de la música cubana, Beatriz Márquez. Esta obra la hice en colaboración con el cineasta cubano Carlos Lechuga, director de películas como Santa y AndrésMelaza.

Marco A. Castillo and Carlos Lechuga, «Generación,» 2019, as screened in «The Decorator’s Home»
Photo: Jeff McLane, courtesy UTA Gallery

Me interesaba mucho trabajar con Lechuga, ademas de por su valioso aporte creativo,  porque es uno de los jóvenes de la actual generación que ha sido marcado por la censura en Cuba. De cierta forma quise colocar al espectador en la posición del afectado, del daño profundo que provoca en el ser humano las posiciones extremistas y estigmatizantes.

The Decorator’s Home es su primera exposición individual en los Estados Unidos desde que salí de Los Carpinteros el año pasado. ¿Qué dirección ve usted que toma su arte ahora y cómo se relaciona la exposición con eso?

Lo único que sé es que no sé para dónde voy y eso me divierte mucho.

The Decorator’s Home (La casa del decorador) fue curada por Neville Wakefield. Será mostrada en UTA Artist Space hasta el 13 de julio.

Marco Castillo, a la izquierda, con Lesley Silverman de UTA y el músico brasileño Seu Jorge, que actuó en la inauguración de la exposición.
Foto: Sarah M. Golonka, SMG Photography, cortesía de UTA Artist Space.