La noche del domingo 14 de abril, la tercera edición de “Detrás del Muro” se inauguró en el famoso paseo marítimo de La Habana, el Malecón.
Algunos de los trabajos que previmos a principios de este año tomaron forma exactamente como estaba planeado, mientras que otros continuaron experimentando cambios y adaptaciones.

“Transfusión”, la instalación de Arles del Río, fue una de las obras que siguieron de cerca su concepto original. Las coloridas mangueras de agua a alta presión eran un imán inmediato para los niños, y una de las mayores atracciones de la tarde.

Otro de los gustos de la multitud fue la instalación de Alejandro Piñero en el Prado. Todavía se estaba instalando cuando se abrió la exposición, pero eso no impidió que las personas interactuaran con ella de inmediato.

“Laboratorio”, una escultura de Ariamna Contino y Alex Hernández, también atrajo a los espectadores, incluidos varios que querían tocar (y probar) los cristales de sal en su superficie.


El artista estadounidense nacido en Cuba, Enrique Martínez Celaya, presentó su primer proyecto en la isla. “El trineo” sufrió cambios sustanciales desde sus bocetos originales, pero el trineo dorado, un símbolo del desconocido Norte, siguió siendo el núcleo del proyecto.

En una breve entrevista durante la inauguración, Martínez Celaya señaló que el trineo fue ensamblado a partir de varias cosas, una parte importante de la visión original, incluida una selección de ensueño de juguetes viejos y objetos domésticos.

El trabajo de performance de Carlos Martiel atrajo a una audiencia respetuosa e interesada.

La escultura de Roberto Diago, que presentamos en Facebook durante su instalación, fue una presencia sorprendente en el Malecón.

También hicimos una vista previa de “Alud”, la escultura de Lianet Martínez Pino, mientras se estaba instalando. Aquí está en forma completa, con la nota “Si / No” del artista Eduardo Ponjuan destacada.

El mismo Ponjuan contribuyó con una escultura que evoca una pared de gabachas. La pieza continúa un tema que ha estado explorando en los últimos años, de medios de audio desactualizados, que incluyen cintas de casete y discos de vinilo.

Como en ediciones anteriores de “Detrás del Muro”, los artistas hicieron un uso interesante de la arquitectura. José Ángel Vincench usó la pared de una rampa de salida del Malecón para rendir homenaje a los pintores de acción: explosiones de pintura dorada sobre un fondo blanco inmaculado.

ubano-noruego Juan Andrés Milanés apoyó una enorme pieza de fachada contra el edificio Detrás del Muro en el Malecón. El título, escrito a mano en la etiqueta, es “Potemkin Village”.

Con “Adentro”, Elio Jesús transformó la fachada de un edificio en el Malecón.

El trabajo consiste en piezas de papel blanco enrolladas en conos e insertadas en los orificios de la fachada.
“Detrás del Muro” permanecerá en exhibición hasta el 12 de mayo. Unas obras seleccionadas permanecerán en exhibición durante el otoño, como parte de la celebración por el 500 aniversario de La Habana.
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