Antigua tarjeta postal de un bungalow en Miami Beach, similar a los de la Pequeña Habana en Miami.
Cortesía de Pinterest.

Ganador del Premio CINTAS en Arquitectura y Diseño 2017, Anthony García es el co-director de Street Plans Collaborative, una firma arquitectónica que se especializa en la planificación de transporte y espacios abiertos, con oficinas en Brooklyn y Miami. Como escritor y abogado, Tony aboga por un urbanismo centrado en el tránsito público y la infraestructura para bicicletas.

Con su colega en la firma Mike Lydon, Garcia fue premiado con el Premio de Obras Costeras por su liderazgo en el desarrollo del urbanismo y educación contemporáneos. Son los co-autores de Tactical Urbanism: Short-term Action for Long-term Change (Urbanismo Táctico: Acciones a Corto Plazo para Cambios a Largo Plazo) (Island Press, 2015.) Como miembro adjunto a tiempo parcial en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Miami, García es también ex presidente del Green Mobility Network, la más amplia organización biciclo-peatonal en el Sur de la Florida y fundador del proyecto Ludlam Trail. Aquí, habla con la conservadora de arquitectura Rosa Lowinger de RLA Conservation of Art + Architecture.

Felicidades por ganar el Premio Cintas. Comencemos hablando sobre la labor que realiza. ¿Qué es urbanismo táctico?

Mi trasfondo filosófico lo interpreta como un Nuevo Urbanismo, que trata de reconocer que el modelo de expansión urbana descontrolada de países en vías de desarrollo es una de las principales causas de los problemas sociales, medioambientales y económicos en nuestra sociedad. El Nuevo Urbanismo promueve el urbanismo tradicional, compacto y de tránsito  como una alternativa obvia.

El Urbanismo Táctico es uno de los descendientes intelectuales del Nuevo Urbanismo. Tiene 4 cualidades básicas: No requiere mucho apoyo monetario, usa materiales provisionales que pueden ser sustituidos a corto plazo y no permanecen por más de diez años  y se basa en planes existentes , lo cual lo diferencia del urbanismo de guerrilla, e involucra a los ciudadanos en la creación de la infraestructura.

Un ejemplo prominente de este tuvo lugar en el Times Square (NuevaYork) durante un Fin de Semana Memorial (en el 2009), donde la ciudad cerró la plaza usando sus propios conos y balizas y dispuso 1000 sillas adquiridas en K. Mart. Intentaban hacer una prueba que duraría el fin de semana , la cual fue tan exitosa que la plaza permaneció cerrada.

Times Square en 2009, probando un área libre de tráfico.
Cortesía de brooklynvegan.com.

Desde entonces,  Times Square ha estado cerrada al tráfico. Han aumentado sus cifras en ventas al por menor, que han mejorado en un 30% así como su seguridad.

Nos gustaría señalar que de haber contratado un arquitecto primero y gastado un millón de dólares en su estudio, hubiésemos aún estado hablando de los resultados en vez de lo genial que se siente en ese espacio. Ese es el poder perturbador del urbanismo táctico. Eso es lo que hacemos.

¿Cuáles son otros de tus proyectos?

En el Condado Miami Dade, hemos desarrollado un programa en colaboración con el Departamento de Transporte y Obras Públicas llamado Quick Build Program (programa de rápida construcción.) Es un programa donde las personas aplican para financiar y brindar asistencia técnica para la creación de pistas de bicicletas, aceras y otras mejoras en el transporte.

Un mural en la vereda, de la programa Quick Build en Miami.
Cortesía de Street Plans Collaborative.

Obtuvimos financiamiento  y estamos usando ese dinero en la creación de proyectos a corto plazo, y de bajo costo solicitados a través de una competencia realizada el año pasado.  Uno de los proyectos a realizar será un espacio compartido en la Avenida 3ra entre 29 y 25 en Wynwood, donde estamos pintando un patrón consistente en estas avenidas con el fin de estrechar la calle y ampliar la acera.

Otro de los proyectos Quick Build es Plaza 98, en Miami Shores. Junto a miembros de la comunidad y la ex alcalde Alice Burch, pintamos el piso de la calle 98 con un mural para crear una plaza central para la villa. Una vez al mes se planifican actividades en este espacio.

La plaza pintada en Miami Shores Village, otro proyecto de Quick Build.
Cortesía de Street Plans Collaborative.

Muchos de estos proyectos coinciden con la idea de crear arte en las calles.

Coméntenos sobre su proyecto CINTAS. ¿Qué te inspiró a centrarte en la Pequeña Habana?

Mis padres nacieron en Cuba. Crecí en la zona de West Kendall, pero la Pequeña Habana siempre ha tenido un lugar especial en mi corazón. Mi abuela vivió allí durante los primeros 16 años de mi vida. Su casa era una residencia sub-urbana de los años 50 que asemejaba a un bungalow al estilo Craftsman (artesanal), completado con un molde de pared y un porche. Su vecino de al lado era un caballero anglosajón que vivía en una clásica casa de madera en el estilo “Florida cracker.”  Se estaban construyendo muchas de esas en el vecindario.

Un bungalow típico de la Pequeña Habana.
Cortesía de Street Plans Collaborative.

En ese momento no me di cuenta de la ironía del diseño de la casa de mi abuela o lo que significaba en el contexto de la destrucción gradual de la estructura histórica del vecindario. Al morir mi abuela, yo tenía 16 años. Nos mudamos a su pequeña casa en la Pequeña Habana y esto solo sirvió para intensificar mi amor por este lugar.

Fue más tarde, cuando regresé de la universidad, que até los cabos entre lo que amaba de la Pequeña Habana y estas extravagantes casas. El carácter de estos históricos edificios representaba una gran parte de mi imagen mental del vecindario, pero realmente supe lo que significaban  cuando me enteré de que habían sido demolidos.

Desde entonces he estudiado formas de preservar lo que hace un barrio único desde una perspectiva arquitectónica, a la vez que le permito desarrollarse. Existe esta tensión entre la necesidad de reurbanizar el vecindario—que en la mente de muchos significa eliminar lo que es viejo-y reconocer que lo que se trata de eliminar es precisamente lo que le da valor al lugar.

Un mapa del este de la Pequeña Habana, señalando los bungalows recordado por Street Plans Collaborative.
Cortesía de curbed.com.

Y es ahí donde entra a jugar mi proyecto CINTAS. Sé que hay un balance entre la permanente evolución de la comunidad y la preservación del patrimonio arquitectónico que contribuye con este carácter. Mi proyecto trata de contar la historia del bungalow, desde sus humildes orígenes  como edificio primitivo  hasta su papel como la primera casa americana para una generación de inmigrantes cubanos y más.

Al mismo tiempo, la Pequeña Habana está tan cerca del centro de Miami que es mucha la tensión para incrementar la densidad aquí. El Proyecto de Bungalow en Miami busca identificar modos de preservar el espíritu y carácter de los bungalows en relación directa con el medio público, a la vez que se tiene en cuenta la demanda por su desarrollo.

El desarrollo llega: una indicación de los cambios en la Pequeña Habana.
Cortesía de Street Plans Collaborative.

¿Qué considera especial en los bungalows?

A diferencia de los edificios, el bungalow respeta la estructura de las calles. Su uso de los porches era similar a una gran variedad de edificios cubanos. En cierto modo, hizo más fácil para muchos la transición a la vida americana. Aún hoy, podemos ver un puñado de cubanos que se sientan en sus portales y se toman un cafecito viendo el mundo pasar. Los nuevos edificios carecen completamente de esta cualidad social y es algo que estamos tratando de capturar en este proyecto CINTAS.

Un bungalow en la Pequeña Habana.
Cortesía de curbed.com.

El proyecto Bungalow busca mostrar cómo estas cualidades fundamentales pueden aplicarse a estos edificios nuevos o restaurados. Así, se colabora con la demanda por incrementar la densidad y de esta forma mitigar la presión para demoler estos bungalows o estructuras que no guardan ninguna relación a este lugar específico o el medio público.

¿Qué forma está tomando el proyecto CINTAS? ¿Cuál es su objetivo?

Queríamos contar no solo la historia del bungalows a través de la historia y nuestra solución a los desafíos del desarrollo  de la Pequeña Habana versus su carácter y cohesión social.

Presentamos una serie de postales que mostrarán al bungalow a través de su historia hasta nuestros días. Mostraremos el bungalow primitivo a través de su democratización y adopción en América, por compañías como Sears hasta su demolición y adaptación a la Pequeña Habana.

La serie concluirá con propuestas de diseño que definirán como los bungalows existentes pueden incrementar su densidad sin sacrificar su carácter, usando materiales de bajo costo. O como los edificios circundantes de 1960 pueden aprender de los bungalows en su relación con el medio público.

Todo esto será parte de una exposición con el Dade Heritage Trust, y trabajaremos con promotores inmobiliarios locales para tratar de implementar algunas de estas ideas con elementos de edificios bajo costo.

Un bungalow en la Pequeña Habana.
Cortesía de curbed.com.

¿Cuál es la agenda para este proyecto?

Estamos en medio de la creación de las propuestasParte de lo que conecta nuestros diseños al carácter de los bungalows es que todas las piezas están pintadas a mano. Mucho de lo que hizo genial a los bungalows fue el diseño a escala humana y los diseños pintados a mano. Esa textura y calidad del diseño solo se logra cuando se pinta a mano.

Idealmente, ¿cuál es el resultado esperado?

Aumentar la conciencia en cuanto a una de las cosas que hace a la Pequeña Habana especial y convencimos a un promotor inmobiliario de construir uno de nuestros diseños. Idealmente, eso conllevará a un cambio en el código zonal de la ciudad que protegerá la estructura histórica existente, a la vez que permite al vecindario desarrollar y aumentar su densidad.

¿Ha estado en Cuba? 

Mi tesis en NYU fue sobre arquitectura moderna cubana, ya que siempre he sentido pasión por los edificios de allí y quería mostrarlos en algún punto. Finalmente, tuve la oportunidad de ir y estuve dos semanas viendo todos los edificios que había estudiado. No sabía que esperar. Lo que más me impresionó fue la calidez y cariño de todos.

Caminé por todos lados, de una punta de la ciudad a la otra. La mezcla de lo viejo y lo nuevo—la estructura normal del barrio fue muy satisfactoria a mis ojos. Mis arquitectos favoritos de esa época son Max Borges y Mario Romañach.

También fui a la casa de mi abuelo, una casa de 1920 en Santos Suárez. Golpeé la puerta y hablé con las personas que viven ahí. La casa está en perfectas condiciones. Han conservado muy bien el espacio.

¿El viaje a Cuba influyó en tu práctica?

Le inyectó más fuerza a mis sentimientos de buen urbanismo y tránsito.

Un bungalow en la Pequeña Habana.
Cortesía de Street Plans Collaborative.

¿Alguna idea final?

Creo es importante que todos los cubanos, tanto los que viven en el exilio como los de la isla, sean capaces de reconectarse. Y que los descendientes de la comunidad exiliada sean capaces de regresar a la isla, aunque sea por corto tiempo, para renovar y fortalecer ese espíritu que nos hace cubanos.