Rafael Soriano, Luciérnaga, 1955.
Cortesía de McMullen Museum of Art, Boston College.

Los lectores de Cuban Art News quizás recuerden a Elizabeth Thompson Goizueta como curadora de la exposición Wifredo Lam que se inauguró en el McMullen Museum of Art, Boston College, en el 2014. Ahora, Goizueta trae una nueva exposición al McMullen: una retrospectiva del artista cubano Rafael Soriano. Conversó con Susan Delson sobre Rafael Soriano: The Artist as Mystic, y su propio descubrimiento de la luminosa obra del artista.

¿Cómo surgió la muestra?

Mientras trabajaba en la exposición Wifredo Lam, mi colega Roberto Cobas Amate, del Museo Nacional de Bellas Artes de la Habana, y yo estuvimos hablando sobre otros artistas cubanos. Mencionó a Rafael Soriano como uno de los artistas cubanos que consideraba había sido menospreciado. Pedí ver algunas de sus obras. Tenía un catálogo del Lowe Art Museum [en Miami], donde se había presentado una exposición del artista en el 2011.

Rápidamente, me fascinó y me sentí intrigada. Rafael Soriano es parte de una generación posterior a la de Wifredo Lam. Nació en 1920 y murió en el 2015. Sus primeras obras son ejemplos evidentes de la abstracción geométrica. Los colores y texturas de esas pinturas fueron muy novedosos y fascinantes.

Rafael Soriano, Candor de la alborada, 1994.
Cortesía de McMullen Museum of Art, Boston College.

Entonces, hojeé el catálogo y vi como había desarrollado el estilo surrealista que, aunque reminiscente de la abstracción geométrica, había incorporado un surrealismo más orgánico y biomórfico. Supe que quería trabajar en él.

Para aquellos que no conocen mucho la obra de Soriano, ¿podrías ubicarlo en el contexto de la historia del arte cubano y del arte en general?

Primeramente, es importante ubicarlo en el contexto cubano y el movimiento de vanguardia modernista cubano. Hubo tres generaciones. La primera comenzó en 1927 hasta 1938. Se trasladaron a París y fueron influenciados por el gran movimiento modernista europeo de la época.

Rafael Soriano, Flor a contraluz, 1943.
Cortesía de McMullen Museum of Art, Boston College.

Estos modernistas de la primera generación también enseñaron en la Academia San Alejandro a la que asistía Rafael Soriano. Algunos de ellos fueron una gran influencia para él, como Victor Manuel García y Fidelio Ponce de León. También fue muy influenciado por algunos de la segunda generación que se extendió desde 1938 hasta mediados de siglo. Esos artistas, en vez de ir a París, fueron a México.

El segundo renacimiento para el movimiento surrealista ocurrió en la Ciudad de México. Por tanto, Soriano fue influenciado por el surrealismo y por los intentos nacionales de tratar de describir la esencia de Cuba. Wifredo Lam era el principal en eso, en términos de hibridación y en el uso de elementos barrocos. En la pintura de Soriano Flor a contraluz (1943), podemos apreciar claras referencias a la obra de Lam, en lo que respecta a la hibridación de elementos vegetales y animales.

Entonces, llegamos a la década de los 50, a mediados de siglo y durante la generación de Soriano. Claro, esta generación era un grupo de artistas que querían hacer todo diferente de la generación precedente. No estaban interesados en tratar de definir la esencia de lo que era Cuba mediante un vocabulario nacionalista.

Rafael Soriano, Juego infantil, 1950s.
Cortesía de McMullen Museum of Art, Boston College.

Estaban más interesados en lo que acontecía en el ámbito internacional y en la América Latina y los EE.UU. La abstracción, como tú sabes, era la última novedad estética y esto era lo que a estos artistas de la tercera generación, incluyendo a Rafael Soriano, les interesaba hacer. El nacionalismo dio paso al transnacionalismo y la abstracción fue el nuevo bebe.

Hablemos sobre la muestra. Aproximadamente, ¿cuántas obras hay y como están organizadas?

La muestra es una retrospectiva con más de 90 obras. La mayoría son óleos, pero tenemos algunos dibujos al pastel y uno que acompañó a Rafael Soriano durante el exilio. También, tenemos obras efímeras, como fotos de sus primeras obras que se perdieron en Cuba.

Rafael Soriano, Músicos tocando un órgano, 1949.
Cortesía de McMullen Museum of Art, Boston College.

Queremos asegurarnos de que las personas entiendan cuánto se le conoció en Cuba antes de su partida en 1962. Intentamos mostrar su obra en conjunto. Definitivamente, su trayectoria se divide en la vida en Cuba, antes y después de la Revolución, cuando vino a los EE.UU.

En esencia, su experiencia en el exilio permitió que recopilara imágenes, se retroalimentara y se nutriera de nuevas experiencias. Observamos esos elementos de retroalimentación, y después su estilo maduro que comenzó en 1980, la fusión del surrealismo y las fuerzas abstractas que previamente habían competido en su obra. Logró fusionar ambos elementos en una visión artística que es de ensueño, fantástica y universal.

Observamos como él fue de lo físico a lo metafísico y como su experiencia en el exilio lo llevó a la transformación, y a la larga, a la trascendencia. Por eso hemos titulado la muestra Rafael Soriano: The Artist as Mystic.

¿Se colecciona a Soriano en muchos lugares?

Sí. Es muy coleccionado en Miami, claro, allí fue donde murió. Y fue muy coleccionado en Cuba. Sus obras se encuentran en el Museo Nacional de Bellas Artes de la Habana y el museo de Matanzas, su ciudad natal. Matanzas es considerada la Atenas de Cuba por su fama intelectual y cultural.

Rafael Soriano, El cabalgar de la noche, c. 1979.
Cortesía de McMullen Museum of Art, Boston College.

También se colecciona en EE.UU. El Smithsonian tiene muchas de sus obras y estará recibiendo sus archivos. También se encuentra en la colección del OAS American Museum of the Americas en Washington, DC. También sus obras están en el Long Beach Museum of Art, el cual acogerá la muestra después de su salida de Boston. Estará allí desde junio hasta septiembre y la exposición se dirigirá después al Patricia & Philip Frost Art Museum en la Universidad Internacional de la Florida.

En términos de logística, ¿cómo se diferencia la exposición de Soriano de la de Lam?

Lo diferente es la rapidez con la que fui capaz de llevarlas a cabo. Las obras de Lam y los archivos están en París, y existe una relación complicada entre los archivos y Cuba y los cubanos en Miami y España. Debido a esto, tomó más tiempo contactar a los coleccionistas y museos, y asegurarles que los asuntos emocionales y políticos relacionados con la obra de Lam serían resueltos. Eso fue mucho más complicado.

Rafael Soriano, Preludio de un ensueño, 1987.
Cortesía de McMullen Museum of Art, Boston College.

Para la exposición de Rafael Soriano, tuve la ventaja de conocer a los directores de los museos y coleccionistas. Fue mucho más fácil y rápido el préstamo de las obras. También, la biografía de Soriano no era tan complicada como la de Lam, no incluye a tantos países ni coleccionistas. En ese sentido, fue más fácil. Pude confiar en mis amistades.

Como Soriano no había sido tan abordado por la prensa como lo fueron Wifredo Lam o Roberto Matta, uno de los elementos más sorprendentes -y que me dio mucho placer- fue ser capaz de diseminar su historia de una forma más original.

Rafael Soriano, Dimensión enigmática, 1994.
Cortesía de McMullen Museum of Art, Boston College.

Coméntenos sobre el catálogo.

Es nuestro primer catálogo bilingüe en español e inglés. Esto es una nueva experiencia que trae a Soriano a un nivel superior. Lo compara no solo con el movimiento modernista de vanguardia en Cuba sino con el movimiento en toda la América Latina y el movimiento abstracto en los EE.UU.

Con respecto a los ensayos, Roberto Cobas Amate define la posición de Soriano dentro de Cuba como un modernista de la tercera generación. Amplío este concepto al añadir el movimiento estético latinoamericano que influyó en él, y el arte de México y EE.UU, que realmente no habían sido abordadas.

Rafael Soriano, La noche, 1970.
Cortesía de McMullen Museum of Art, Boston College.

Alejandro Andreus de la Universidad William Paterson habla de la trascendencia de la obra de Soriano, como sus aspiraciones metafísicas y el trauma del exilio lo llevó a reconectarse con la obra metafísica que anteriormente realizaba.

El ensayo de Claude Cernuschi ubica firmemente a Rafael Soriano como un neosurrealista. Compara a Soriano con los grandes surrealistas europeos como Hans Bellmer, Jean Arp, y Arshile Gorky, y argumenta su opinión con elementos nunca mostrados anteriormente.

Rafael Soriano, Forma en expansión, 1994.
Cortesía de McMullen Museum of Art, Boston College.

Y entonces, finalmente, mi esposo Roberto Goizueta, escribe como teólogo sobre la cita de Soriano que dice que él pinta donde convergen lo íntimo y lo cósmico. Mira al arte de Soriano como un ícono que conduce a la contemplación del mismo modo que lo pueda hacer un Mark Rothko o un Ad Reinhardt.

¿Algo que quiera agregar?

Estoy muy emocionada con esta exposición. La posibilidad de mostrar a Rafael Soriano en Boston, en el norte de los EE.UU, es muy excitante. Espero que, como a nosotros, al público le guste.

Rafael Soriano: The Artist as a Mystic abre el lunes, 30 de enero, 2017 en el McMullen Museum of Art, Universidad de Boston.