
Cortesía de Victor Deupi y Colección Emilio Fernández.
A inicios del mes próximo, el Museo de Coral Gables exhibirá la arquitectura moderna, construida por arquitectos en la isla y el extranjero. Victor Deupi, quien es co-curador de la exposición, junto a Jean-François Lejeune, brinda un avance de Cuban Architects at Home and in Exile: The Modernist Generation (Arquitectos cubanos en Casa y en el Exilio: La generación moderna).
¿Cómo surgió el proyecto?
Como cubano-americano, siempre había querido comprometerme con Cuba. Mis padres crecieron en Cuba y estudié arquitectura en La Habana en la década de 1950. Sin embargo, como joven estudiante me sentía atraído por Europa.
Hace unos años, mientras investigaba en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, encontré con colección de dibujos no catalogados, acuarelas y litografías del artista cubanoamericano Emilio Sánchez, del siglo XX, que vivió en Nueva York y La Habana.
El descubrimiento inició este viaje. Cuando llegué a Miami hace dos años, el decano de la Facultad de Arquitectura de la UM, Rodolphe el-Khoury, preguntó si podía incluir en mi investigación sobre artistas cubanos a arquitectos que trabajaron tanto en Cuba como en el extranjero. Me acerqué a mi colega Jean-Francois Lejeune, que investigó sobre Cuba con anterioridad, y el proyecto comenzó inmediatamente.

Cortesía de Victor Deupi y Colección Humberto Alonso.
¿Por qué cree que es importante tener en cuenta la arquitectura de mediados de siglo por arquitectos cubanos a escala internacional? ¿Qué puede aportar esta perspectiva a nuestra comprensión de la arquitectura y los arquitectos de Cuba?
La Habana tiene un patrimonio arquitectónico que pertenece a todo el mundo, y ahora más que nunca, el patrimonio está bajo una gran tensión. Los efectos del tiempo y el impacto del turismo mundial sin duda prueban los límites de la infraestructura de la ciudad.
Pero este proyecto no se trata sólo de Cuba. Los arquitectos cubanos propagaron la cultura cubana más allá de los confines de la isla, a países como los EE.UU., México, Puerto Rico, Venezuela, Francia, España y muchos más. Hasta la fecha, sin embargo, no hay ningún estudio que examine la vida y obra de los arquitectos cubanos de mediados del siglo XX, tanto en Cuba como en el extranjero.
Es objetivo de esta exposición agrupar importantes obras de arte y arquitectura que se extiendan más allá de la isla de Cuba, y revelen el sentido de la cultura arquitectónica cubana en casa y afuera.

Cortesía de Victor Deupi y Colección Raúl Álvarez.
El proyecto se centra en varios arquitectos y artistas cubanos cuya obra representa los retos que su generación tuvo que enfrentar para establecerse en un país al borde de un cambio dramático, y luego como expatriados en varios países extranjeros. El objetivo de la exposición es entender la cultura arquitectónica cubana del siglo XX en su contexto más amplio.
¿En su opinión, cómo la arquitectura y los arquitectos cubanos nos hacen comprender la modernidad de mediados de siglo?
Los arquitectos cubanos de mediados de siglo mayormente practicaban en casas-talleres. Había muy pocas empresas constructivas grandes en la isla, y la cultura arquitectónica se basó en gran medida en el patrocinio (gubernamental o privado). Hubo poca especulación.
En consecuencia, los arquitectos cubanos fueron capaces de producir obras de alta factura, manteniendo muy poca presión. Fue una especie de cultura artística y artesanal que mantuvieron incluso fuera de Cuba. La relación entre el maestro y el aprendiz se estableció en las universidades donde maestros y estudiantes a menudo trabajaban juntos en proyectos serios. Muchos arquitectos cubanos después de salir de Cuba ejercieron el magisterio. Hoy más que nunca, tenemos mucho que aprender de esta cultura arquitectónica.
¿Qué tipo de materiales se incluyen en el programa? fotografías, modelos, documentación?
La exposición saca a la luz colecciones tanto públicas como privadas. Instituciones como la Colección de la Herencia Cubana de la Universidad de Miami y el Archivo de Bacardi han contribuido con documentos originales, dibujos, fotografías, cartas y otros materiales efímeros.
Del mismo modo, las colecciones privadas que han sido almacenadas por mucho tiempo en los armarios de los arquitectos cubanos o con sus familias, han aportado gran cantidad de material.

Cortesía de Victor Deupi y Colección Margarita Cano.
Adicionalmente, proporcionaremos vídeos que abordan la vida privada de los arquitectos cubanos, ejemplos de la arquitectura cubana a través de toda la isla, y detalles acerca de los eventos que en 1959 afectaron la práctica y la enseñanza de la arquitectura en Cuba.
¿Cómo se estructura la exposición?
Está organizada temáticamente en torno a ocho temas: Educación Arquitectónica y Práctica; Arte, Arquitectura y Diseño; La Casa Cubana, que incluye tanto la histórica como la moderna; Construyendo la Ciudad, incluyendo el casco histórico, el espacio cívico con sus edificios tanto residenciales como comerciales; y Turismo y Ocio.
¿Quiénes usted diría son las “estrellas», los ya bien conocidos arquitectos cuyas obras merecen una mirada más cercana a nuestro tiempo?

Cortesía de Victor Deupi y Colección de la Herencia Cubana de la Universidad de Miami.
La Colección de la Herencia Cubana de la Universidad de Miami cuenta con las colecciones de Eugenio Batista y Nicolás Quintana. Una gran cantidad de material acerca de estas dos figuras importantes estará en exhibición. Además, los arquitectos (vivos) Raúl Álvarez, Enrique Gutiérrez, Humberto Alonso, y Ermina Odoardo han contribuido de manera significativa. Por último, las familias de Nicolás Arroyo y Gabriela Menéndez, Max Borges, Ricardo Porro, y Carlos Artaud, entre otros, han contribuido generosamente a la exposición.
Tomemos, por ejemplo, Nicolás Arroyo Márquez (La Habana, 1917 Potomac MD, 2008) y Gabriela Menéndez García-Beltrán (La Habana, 1917–Potomac MD, 2008). Recibió su título de arquitecto en la Universidad de La Habana en 1941, y luego se casó con su compañera y colega arquitecta. Juntos formaron la empresa de enorme influencia Arquitectos Arroyo y Menéndez, la cual se mantuvo en Cuba hasta 1959.
Entre sus proyectos más destacados en Cuba están la Ciudad Deportiva (1955-1957), el Plan Piloto de La Habana (1959, junto con Mario Romañach, Josep Lluís Sert y Paul Lester Weiner), el Teatro Nacional (1954 a 1960 con Raúl Álvarez) y el Habana Hilton (1958 Welton Becket y Asociados).

Cortesía de Victor Deupi y Colección Lin Arroyo.
Después de la Revolución, Arroyo y Menéndez se establecieron en Washington, DC, y desarrollaron una práctica que se centró en la arquitectura de complejos residenciales, comerciales y hoteleros. Arroyo fue miembro del Instituto Americano de Arquitectos y formó parte de la comisión estadounidense de Bellas Artes desde 1971 hasta 1976.
¿Y quién más estará en el centro de atención?
Entre los arquitectos menos conocidos cuyo trabajo estamos incluyendo, Emilio Fernández y Carlos Artaud se destacan como dos que merecen una atención mucho mayor. El gran volumen de trabajo que cada produjo es impresionante. Artaud, desde muy temprano, estuvo desarrollando viviendas de interés social (viviendas económicas)

Cortesía de Victor Deupi y la Colección de la familia Vidal Artaud.
Mientras que Fernández y Artaud salieron de Cuba, Ricardo Porro (Camagüey, 1925-París, 2014) regresó a La Habana después de la Revolución y participó en el diseño de las Escuelas Nacionales de Arte, junto con los arquitectos italianos Vittorio Garatti y Roberto Gottardi.
En una conversación anterior, usted mencionó que se incluirán arquitectas en particular.

Cortesía de Victor Deupi y Colección Myrtha Merlo Vega.
Varias arquitectas surgieron en este periodo. Gabriela Menéndez y Rosa Navia se casaron con los arquitectos (Nicolás Arroyo y José Gelabert, respectivamente.) Sin embargo, su obra se destaca sí misma. Ambas dirigieron las oficinas cuando sus maridos ocuparon posiciones del gobierno en el Ministerio de Obras Públicas y la ciudad de La Habana, y ambas produjeron importantes diseños.
Gabriela Menéndez diseñó el Palacio Presidencial como parte del plan Piloto de La Habana (1959) y Rosa Navia diseñó el Ministerio de Transporte (1961). Ermina Odoardo comenzó la práctica que ella y su marido dirigieron en Cuba (Arquitectos Ermina Odoardo-Ricardo Eguilior). Fue diseñadora principal, mientras que él se ocupaba más del aspecto técnico. Myrtha Vega lideró el diseño de interiores y muebles.

Cortesía de Victor Deupi y Colección Ermina Odoardo.
¿Algo que quieras agregar?
El proyecto está dedicado a mis padres, a su generación, sus profesores y compañeros que nos han enseñado, a través de su dedicación y pasión, la arquitectura moderna de Cuba. Es una obra de gran amor y gratitud.
Los arquitectos cubanos en el hogar y en el Exilio: La generación modernista se estrena el viernes, 4 de noviembre en el Museo de Coral Gables, donde estará abierta hasta el 26 de febrero.