Vista de la exposición Footprints on the Ceiling en Galerie Lelong New York. A la izquierda, Emilio Perez, Sín titulo, 2013.
Cortesía de Galerie Lelong New York

El mejor modo de acercarse, entender y familiarizarse con el trabajo de Emilio Pérez (Nueva York 1972) es seguir las impresiones dejadas por su cuchilla de corte sobre los paneles de madera en los que pinta.

Atraído siempre por la pintura y el dibujo, la práctica creativa de Pérez se basa en el diálogo recíproco entre ambos géneros. En lugar de hacer esbozos o planear de ante mano al crear sus obras, Pérez arriba a sus composiciones a través de un proceso intuitivo que puede ser considerado como aditivo – sustractivo. Su personalidad hiperactiva y ansiosa no le permite esbozar o hacer planes antes de aproximarse a los paneles sobre los que trabaja, habito que le induce una distintiva frescura a su obra.

Emilio Perez, The Other Yesterday, 2013
Cortesía de Galerie Lelong New York

Tras aplicar varias capas de pintura de esmalte, que luego cubre con otras tantas de pintura acrílica de colores, Pérez permite que su cuchillo vaya dibujando la obra, sustrayendo grandes y pequeñas áreas de estas para así ir hilvanado su creación final. Crea un sinfín de posibles caminos, esculpiendo un universo abstracto que invita al espectador a explorar múltiples combinaciones de un cosmos desconocido.

Las superficies de bajo relieve resultantes, transmiten una sorprendente sensación de tridimensionalidad, exaltando el espacio negativo tallado que queda al descubierto. Invitan, diría que casi exigen, un examen minucioso, donde el impulso de tocarlas es irresistible.

Footprints on the Ceiling es la tercera exposición individual de Emilio Pérez en Galerie Lelong de Nueva York, y se extenderá hasta el 1 de febrero. Pérez tiene como costumbre el uso de frases sugerentes y divertidas para dar nombre a sus exposiciones, las que al mismo tiempo aluden sobre sus intenciones con relación al trabajo. Nutrido por la música que cada día escucha en el estudio, para esta exposición se ha apropiado de la imaginería de las caratulas de ediciones populares de novelas de ciencia ficción; que ha tomado como punto de partida. Footprints on the Ceiling, es de hecho el título de una novela de misterio de Clayton Rawson, publicada en 1939.

Emilio Perez, The Endless Island, 2013
Cortesía de Galerie Lelong New York

El mar, sus modos y estados es tema que emerge en las obras de la expo, reflejo de su amor a él. Al unísono es un sutil vínculo con su tradición insular, que invita a reflexionar sobre las raíces de Pérez, descendiente de una familia de exiliados cubanos. Su pintura The Endless Island (La isla sin fin, 2013) es referencia indirecta al pasado, presente y futuro del ciclo natural de vida y a la energía alrededor de una masa de agua en constante movimiento. El complejo torbellino energético que sumerge y emerge rítmicamente del interior al exterior de la obra refleja el flujo orgánico de la vida, representado por una variedad de pinceladas multicolores que se trenzan y esculpen formando una sólida unidad.

Un torbellino similar se refleja con mayor fuerza en el tríptico de gran tamaño All I Can Say(2011). Moldeado aparentemente a partir del momento de tranquilidad antes de la crecida de una ola, la pintura muestra la formación de la cresta marina desde su interior hacia el exterior, compartiendo la privilegiada visión que experimenta un surfista mientras la navega; deporte que Pérez practica y ama. La fuerza majestuosa de estas aguas se asemeja a la energía expansiva generada por un huracán en el Caribe, en la medida que Pérez esculpe la superficie bidimensional intenta así interpretar la vitalidad poliédrica del mar.

Vista de la exposición Footprints on the Ceiling. De la izquierda: Emilio Perez, Untitled, 2013; Changes Are, 2013; y All I Can Say, 2011
Cortesía de Galerie Lelong New York

Crecer y estudiar entre Nueva York y Miami, le permitió a Pérez desarrollar un fuerte sentido de la cultura cubana a partir de su vida familiar. Antecedente que le llevan a afirmar que “La historia de la isla ha definido quien soy hoy, y ha dado forma a mi viaje en la vida y en el arte. »

Una de sus fuentes de inspiración proviene de su admiración por la pintura clásica, particularmente aquellas con composiciones dinámicas; las que usualmente asume y comprende como un todo abstracto, haciendo caso omiso a toda representación figurativa en ellas. En la expo, la pintura con una mayor referencia figurativa es The Last of the Secret Agents (2013), versión humorística del siglo XXI una Vanitas – la muerte  comienzo y fin del ciclo de la existencia.

La obra está construida usando el color rojo como base, los elementos de la composición se trenzan y unen para ir creando una forma que resembla una gigantesca huella digital, y a su vez en ella es posible descubrir un rostro humano, en el que se reconoce la expresión estereotipada de un tonto. El título hace referencia a una canción de Nancy Sinatra de 1966, cuya letra en torno a un aspirante a detective, dice: “nunca ha capturado a un espía, me dicen / nunca ha cogido ni un resfriado.”

Emilio Perez, Last of the Secret Agents, 2013
Cortesía de Galerie Lelong New York

Una enorme columna horizontal que representa el impetuoso avance de una energética y tumultuosa inundación masiva, es el mural curvado sin título de 9 x 40 pies, sin dudas el tour de forcé de la exposición. La pieza, estratégicamente situada a la entrada modifica física y visualmente la distribución de la sala original, con la que es capaz de manipular al unísono forma y espacio, transformando y personalizando la galería. Cargada con un efecto cinematográficamente épico da la bienvenida a los visitantes, y los provoca a entrar al espacio creativo personal de Emilio Pérez. Muestra su visión y capacidad para desarrollar proyectos a gran escala, un claro reflejo de la confianza y la madurez de su práctica y trabajo.

En general, las obras en Footprints on the Ceiling están impulsadas por una energía concentrada y coherente. Las composiciones se estructuran hacia un centro, definiéndolo como punto focal. Esta solución compositiva contrasta con el estilo previo de su obra anterior, donde las superficies de la pintura eran totalmente talladas, resultando en una difusión más amplia de la energía y la fuerza visual. Estas obras recientes evidencian una calidad más atmosférica y hablan del desarrollo artístico de Emilio Pérez. Él es capaz de manipular los espacios, sometiéndolos y liberándolos de forma fluida, exponiendo de manera inesperada capas ocultas de significado.

Footprints on the Ceiling corre al sábado, 1 de febrero.